En 2017 el Parlament de Catalunya aprobó la Ley 16/2017, de 1 de agosto, del cambio climático, cuyo objetivo era reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, hacer frente a la vulnerabilidad derivada de los impactos del cambio climático y favorecer la transición hacia una economía neutra en emisiones de CO2 eficiente en el